Inkawasi Kañaris

Plataforma para el estudio, la promoción y la difusión de la cultura de los quechua hablantes de Lambayeque
Plataforma para el estudio, la promoción y la difusión de la cultura de los quechua hablantes de Lambayeque

awananchik Gestación del textil: el urdido

El urdido se realiza de forma muy similar tanto en la costa como en la sierra de Ferreñafe. En ambos casos, se utiliza un número variable -mínimo tres- de estacas de madera clavadas en el suelo o en una superficie de madera previamente horadada. La urdimbre consiste en separar conjuntos de hilos paralelos que luego se entrecruzarán con la trama. Esto se consigue atando dos cordones llamados en la sierra ĉiĉin y lazo en la costa, los cuales se colocan en la primera y última estaca para separar al menos dos conjuntos paralelos y entrecruzados por medio de una tercera estaca. La adición de estacas se hace con la finalidad de añadir nuevas urdimbres y, especialmente, para acortar el largo de la urdimbre y que la labor del urdido pueda ser hecha por una sola persona sin necesidad de desplazarse.

El urdido es el momento en que las dimensiones y el diseño del textil son establecidos. Tanto en la costa como en la sierra las partes básicas de la tela/telar son las franjas o bandas de color (shuyu en quechua) y el cuerpo (kwirpuy). El kwirpuy, generalmente formado por una franja más ancha de un sólo color, siempre se encuentra flanqueado por las franjas de colores o shuyu. En la sierra el urdido es entendido y denominado de forma similar al proceso de gestación de un bebé en donde el ĉiĉin o cuerda que sirve para separar los dos sets de hilos, se compara con el cordón umbilical que es progresivamente rodeado por los hilos de la urdimbre, como un bebé se forma en el vientre de la madre a partir de hilos de sangre [1].

urdido2
Miembro de la asociación Artesanía Sicán urdiendo, Bosque de Pómac 2016

 


 awananchik Montaje del telar de cintura y tejido

Una vez terminado el urdido, se coloca un hilo reemplazando la estaca que permitía el entrecruzamiento de los hilos, llamado en la sierra upay aybana (literalmente el que sostiene el upay, la sombra o fuerza vital). Después de asegurar el upay, se retiran las demás estacas y se distribuyen homogéneamente los hilos sobre los dos cordones o ĉiĉin que separan los dos sets de hilos en sus extremos. Cada uno de estos extremos es entonces amarrado a una madera rectangular con las esquinas talladas en forma de V y conocidas como kunkallpu en la sierra y telar en la costa. El kunkallpu o telar que tiene el cordón que estuvo más cerca de la tejedora durante el urdido se amarra a su cintura con una banda que en la sierra es de cuero de vaca y se llama aparina, mientras que en la costa suele ser de fibras vegetales o de cuero de chivo y se denomina ulera o émuque. Mientras que el otro extremo se amarra a un punto fijo, generalmente elevado en el caso de los telares de lana y horizontal en el caso de los de algodón.

 

IMG_4274

telar2

DSC_0385

IMG_4283

Montaje de un telar de algodón y uno de lana por miembros de Artesanía Sicán y ASAMCEI-Inkawasi

Una vez la tejedora pone tensión sobre los hilos de la urdimbre con su cuerpo prepara el lizo, que es el que permitirá entrecruzar los dos sets de hilos creados en la urdimbre y crear los diseños. Aunque en la sierra es más habitual la utilización de distintos lizos (illawa en quechua), para cada urdimbre, y en la costa la utilización de una serie de varas denominadas pañadoreslas dos formas de separar las urdimbres para obtener diseños se utilizan en ambos espacios. En ambos casos, para hacer el lizo la tejedora escoge los hilos de los conjuntos que se encuentran debajo y los amarra con una cuerda a una vara que en quechua se conoce como illwa margana.

En la sierra, cuando se monta el telar, la parte del cordón o ĉiĉin que se anuda a la cintura de la tejedora pasa a denominarse ĉaki o pies, mientras que el otro extremo, pasa a constituir los ojos o ñawi. Aunque en la costa no se utilizan estas metáforas corporales para pensar y denominar el telar, la parte más importante, la que le confiere vida al textil si está presente: la sombra, también conocida en la sierra como uypay, que es el set de hilos que queda debajo, cuando éste ha sido cruzado y fijado permanentemente por acción de la trama. La sombra es el principio vital inmaterial o espíritu que permite la existencia y multiplicación de todas las cosas que existen en el mundo, incluidas entre ellas a las personas. Un concepto que aparece por igual en la costa y la sierra.

illawa2
Montaje de los lizos (illawa-) en telar de algodón, miembros de Artesanía Sicán, Bosque Pómac 2016

awana

Telar con sus respectivos nombres en quechua de Ferreñafe

Tejer, awa- en quechua, consiste en rítmicamente entrecruzar los dos sets de hilos de la urdimbre, volviendo el cruce permanente a través del paso de la trama. Esto se realiza con el tramero en la costa y el mini en la sierra. En ambos espacios, el tejido se entiende como un proceso de infundir fuerza vital al textil, con cada paso de la trama a través de la urdimbre en el que las tejedoras entrelazan su propia fuerza vital con la de las fibras, haciéndola permanente. Esta forma de entender la producción textil se evidencia en la costa en la idea de que, si una persona o animal cruzan por encima del telar, la tejedora ya no podrá terminarlo con facilidad porque le entrará pereza, como si su energía se desviara rompiéndose la conexión entre la tejedora y el textil. Y, en la sierra, en la forma correcta de guardar el telar al finalizar cada una de las varias jornadas de trabajo que requiere: escupiendo tres veces en el suelo donde se estaba tejiendo o en las herramientas –kimsa kuti tuqapay-, en donde la saliva actúa como el reemplazo de la persona y evita que se escape la energía de la tejedora quien de no seguir esta prescripción tendrá dificultades para terminar su tejido.

 

Offering Virgen de las Mercedes Festivity Inachuasi 2009

Ofrenda ‘prenda’ a la Virgen Mercedes conteniendo lana de ovino, Inkawasi 2009

La forma de entender el tejido en la costa y sierra de la provincia de Ferreñafe, es como una interacción entre las tejedoras y las fibras en que sus sombras o espíritus quedan entrelazados, estableciéndose entre ellas relaciones y obligaciones recíprocas. El incumplimiento de estas obligaciones, implica que el textil también deja de cumplir su parte del trato. Esto se ve claramente en la sierra en la idea que, si las tejedoras cortan o maltratan el telar, serán castigadas con falta de energía que les impedirá volver a tejer. La relación con la tela se prolonga durante toda la vida de su dueño e incluso después de ella.

Esta idea también se refleja en el chamanismo de la costa y sierra, en el que los textiles son utilizados como prenda o reemplazo de la persona objeto de los rituales chamánicos. La conexión entre una persona y su ropa es clara en la sierra en la idea de que cuando alguien muere, todas sus cosas, incluida su ropa, mueren con él. La conexión es tan estrecha que las ropas son veladas con el difunto y, tras su enterramiento, como si fueran el mismo difunto y lavadas ritualmente en una quebrada en lo que se conoce como la pishqa (o el quinto) y que sucede 5 días después.

____________________________

[1] Esta misma idea ha sido resaltada para Inkawasi por Ronel Groenewald, (2009) El Tejido y la Cultura: el significado de los tejidos en Inkawasi. Una mirada al mundo quechua. Aspectos culturales de comunidades quechuahablantes. ILV Comunidades y Culturas Peruanas. Lima: Instituto Lingüístico de Verano. Así como en otras partes de los Andes: ver Platt T. (2001) El feto Agresivo. Parto, formación de la persona y mito-historia en los Andes. Anuario de Estudios Americanos 58.

anteriorInicio  siguiente

botonboton2Sin título-3boton4

 

Los comentarios estan cerrados.